
Querido diario:
¡Estoy tan enamorado! ¡Es tan bella!... Se llama Sara
y es preciosa…. Tiene unos ojos muy expresivos y una nariz que le confiere gran
personalidad con un lunarcito de lo más gracioso. Además, es una persona muy
activa y conversadora. Me habló durante horas de su trabajo en una tienda de
muebles. Es tan interesante…. Quiere verme otra vez el jueves, estoy temblando
de la emoción. Nunca he estado tan enamorado en mi vida. El corazón me palpita
con fuerza cuando la veo.
Alfredo
Querido diario:
Salimos a pasear y fuimos al cine a ver una película
romántica. Yo quería ver la última de Woody Allen pero Sara me convenció para
entrar en “Románticamente tuya III”. Puede ser muy persuasiva cuando quiere.
Menudo carácter tiene… la amo tanto. La peli contaba la historia de una joven
alocada que se enamora del novio de su rival para el puesto de cheerleader.
Aquello era más previsible que una misa de pueblo pero me gustó estar con ella.
Ah, el amor… Y ese lunarcito me vuelve loco, aunque creo que tiene pelos.
Alfredo
Querido diario:
Sara ha resultado ser una persona un poquito más
activa de lo que me gustaría. No lo digo como una crítica, porque la amo con
locura, pero es que a veces hay alguna cosita que no sé yo… pero vamos, que
bien, que la adoro. El hecho de que nunca me deje hablar me molesta
ligeramente, nada, un poquito. Apenas es levemente irritante. Sara es tan
arrolladora… y guapa también. Bueno, la nariz picuda y la verruga no se le notan
tanto si no la miras de perfil. Además estoy aprendiendo cosas. No para de
hablar de su trabajo, le encanta ilustrarme sobre muebles. Ya sé diferenciar 15
tipos distintos de chaise longes, sifonieres, bargueños, cómodas y hasta pufs.
Más maja. Sí, la amo.
Alfredo
Querido diario:
Sara me ha gastado una broma buenísima. Dice que este
fin de semana me va a presentar a sus padres. Es tan graciosa cuando quiere. La
amo, diario, la amo. Estoy un poco hasta las narices de tanto mueble, tanta
tendencia y tanto catálogo de sofá-camas, pero lo llevo bien. El amor tiene
estas cosas. Una persona perfecta no resulta atractiva, o eso dicen. A veces se
pone un poco pesadita con tanta charla, pero bien.
Alfredo
Querido diario:
Lo de los padres era verdad. Estoy un poco enfadadito
porque fue una encerrona en toda regla. Lo cierto es que no sé bien qué
impresión le causé a estos señores porque cada vez que intentaba abrir la boca,
Sara me cortaba con un “Alfredo, no empecemos”. Creo que la quiero, pero la
quiero raro. Cuando se enfada se le ponen los ojos un poco saltones, pero tiene
su encanto. La amo tant… algo, la amo algo. El padre un poco serio, pero me
dice Sara que cuando coges confianza es majo.
Alfredo
Querido diario:
El padre de Sara, que es un sieso de tres pares de
cojones, dice que ya está bien de vivir de la escritura, que mi primera novela
no la ha comprado nadie y que no me preocupe, que me ha buscado un trabajo en
su empresa. Trabajaré en algo llamado el departamento de IBM, estoy intrigado. Sara
se preocupa mucho por mí, me llama cada 10 minutos para ver donde estoy y con
quien. La verdad es que tiene una personalidad un poco posesiva pero elegir es
renunciar. La elegido a ella y he renunciado a tener una vida. Ay, Sara, la am…
bueno, no me cae demasiado mal. Me palpita la cabeza fuerte cuando la veo.
Alfredo
Querido diario:
No aguanto a la bruja nariz ganchuda de Sara ni a su
puñetero padre. El departamento de IBM era una forma de decir que me había
reservado el puesto de chico de los recados (“Y veme por esto y veme por
aquello...”).
El cabrón de mi suegro no me deja vivir. Me trata como
un esclavo el muy… Vamos, cuando firmé el contrato me dijo “vas a envidiar las condiciones
laborales de un becario de una fábrica de Nike en Indonesia”. Pensé que lo
decía de coña, Pero no. Qué asco me da esa verruga peluda, dios.
Alfredo
Querido diario:
Solo entro a saludar. El padre de Sara me tiene trabajando más horas que un reloj. Espero que todo te vaya bien. A la
próxima persona que me diga algo sobre colores de sofás o mesas de comedor le
saco los ojos con una lata oxidada.
Alfredo
Querido diario:
Sara me ha hecho borrar de Facebook a todas las
mujeres que tenía, hasta a mi tía Engracia, que tiene 78 años y se abrió la
cuenta en un taller de informática para mayores. Cuando hablo de alguna chica,
aunque sea una compañera de trabajo o una amiga de la infancia, se araña la
cara y grita “¡¡Tú no tienes amigas!!”, mientras que esos repugnantes ojos de
rana parece que se le van a salir de las órbitas.
La odio tanto, joder… por cierto, nos casamos en
agosto, así que entre los preparativos de la boda y otras cosas voy a estar
liadillo. No te voy a escribir en un tiempo. Así son las cosas cuando el amor se cruza en tu camino.
Alfredo
Querido diario:
ResponderEliminarSara ha hecho las maletas y me ha dejado. Le he preguntado por qué y me ha respondido que "se acabó el amor". No me lo creo. Seguramente me ha dejado por otro. Lo sé. Pero me da igual, la quiero tanto que puedo perdonarle el desliz. La verdad es que íbamos un poco mal por culpa mía: aprendí a restaurar muebles creyendo que le gustaría pero claro, de esta manera no podía mirar catálogos y me decía que lo hacía para chincharle. Le propuse tener un hijo y se quedó embarazada... y aunque yo le quiero como si fuera mío la situación no ha mejorado.
En definitiva, ahora estoy solo pero he quedado con una amiga de Facebook para que nos conozcamos. Solo he visto una parte de su rostro en la foto de perfil pero ¡ya estoy tan enamorado! ¡Es tan bella!... Se llama Mara y es preciosa... Tiene unos ojos muy expresivos y una nariz que le confiere gran personalidad con un lunarcito de lo más gracioso.
Alfredo
Querido diario;
ResponderEliminarSara se fue y por fin me dejo solo, se llevó con ella al fiera de su padre, vamos que me ha dejado hasta sin el puesto de IBM. Por fin podré volver a facebookear con mis amigas cúando me de la real gana, sin que el lunar peloso, gracioso me de la tabarra o me obligue a beberme el agurras déspues de conectarme a Twitter. Soy feliz querido diario.
Alfredo
Querido diario;
ResponderEliminarSara ha llamado, en algún momento pensé que me extrañaba o quería hablar de 'asuntos'. Realmente no fue así, sólo quiso preguntar por la referencia de un sofá que olvidó llevar disque porque su nuevo muñeco de vitrina quiere comprarle un juego, no soporto su voz ni por teléfono y mucho menos cuando habla del mequetrefe aquél. Mientras tanto yo ni entiendo el facebook porque desde aquél día que lo dejé han sucedido mil actualizaciones que hasta ganas me dan de cerrarlo, de cualquier modo no puedo hacerlo ya que el Mara dejó ver su rostro completo en el facebook y ha rematado el flechazo de cupido que andaba gestionando. Perdidamente enamorado, la próxima semana la veo, vamos a cine y ya me habló de una muy buena película que supera su trilogía... cuarta parte que seguramente irá de pelos!