miércoles, 17 de julio de 2013

DESCUBREN NUEVAS ESPECIES EN EL FREGADERO DE UN PISO DE ESTUDIANTES






Científicos de la Universidad de YECLA (Murcia) han hecho pública su investigación sobre nuevas especies de flora y fauna en el fregadero de un piso de estudiantes. Según Dolores Schül, directora del estudio, se trata de un descubrimiento excepcional. “Las condiciones en que se encontraba el fregadero han posibilitado una conjunción de factores micro-climáticos, edafológicos y biológicos que muy difícilmente se producen en nuestro planeta. Hemos intentado reproducir el ecosistema con la colaboración de la NASA, pero hasta el momento no ha sido posible”, asegura la científica.



El estudio ha destapado la existencia de, al menos, 57 especies distintas de microorganismos y plantas, por lo que se rumorea que el equipo de investigadores puede recibir algún galardón de renombre. Por ahora están nominados a un TP de Oro, antesala de los Nobel.


La profesora P. Drakney, experta en bacterias que soportan condiciones extremas, asegura que, al menos 14 subespecies que habitan en el fregadero, deberían “ser dadas de alta en la Seguridad Social y no se descarta que, para celebrar el acontecimiento, enganchemos un remolque a varias de ellas para hacer el Camino del Rocío el año próximo”.


Tata G., novia de uno de los estudiantes, no se explica cómo se ha llegado a esta situación. “El primer día estuvieron cerca de dos horas haciendo un cuadrante sobre los turnos de fregado, estaba todo clarísimo. Dos días después, uno de los chicos se fue de cervezas y no fregó y ahí comenzó a fraguarse la tragedia. El resto se negó a limpiar la cocina y los platos sucios comenzaron a acumularse”, explicó.


Los chicos, en lugar de afrontar el problema, empezaron a comprar platos y vasos nuevos que iban amontonando en el fregadero en una espiral de la que les fue imposible salir. “Pete Dohertys parecería un obseso del orden al lado de estos. Lo que tenían montando en la cocina era indescriptible”, aseguró Tata.


Según Schül y Drakney, esta acumulación de restos orgánicos, unido al calor veraniego ha posibilitado esta extraordinaria explosión de vida. Uno de los investigadores incluso llegó a escuchar un rugido parecido al grito de Tarzán procedente del interior del fregadero, lo que, según los científicos, puede significar que los microorganismos están mutando a formas más evolucionadas.

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