miércoles, 15 de junio de 2011

YO FUI GUAPO PARA REVENTAR


Pues sí, yo fui guapo para reventar. No es que ahora no sea resultón, qué va, pero hablo de ser guapo Champions League, guapo de parar el tráfico. De esto hace ya algunos años. 

Vosotros os preguntaréis: ¿cómo nota uno que ha entrado en la fase de guapura soberana? Os cuento:

1.- Las chicas cuando hablan contigo se ponen un poco nerviosas, se tocan el pelo y se sonrojan.

2.- Te sientes observado por la calle.

3.- Entornas los ojos al hablar y sonríes de medio lado, porque, qué coño, así hablan los guapos.

4.- Ligas tanto que hasta pierdes un poco de interés.

Cuando alcancé el clímax guapístico confluyeron varios factores:

1.- Estaba todo el día haciendo deporte. De esto que te tocas y te gustas.

2.- Iba a Huelva todos los fines de semana y me hartaba de tomar el sol en la playita. Morenito surfero.

3.- Sólo leía libros de filosofía alemana cuasi-desconocidos, con lo que de repente me volví un tipo enigmático e interesante. 

Representación gráfica del Aura de Gran Follarín.

Recuerdo que en mi momento álgido, me pasó una cosa muy curiosa en un tren. Llegué a mi sitio y me senté junto a un tipo de unos 50 años, que leía tranquilamente el periódico sin reparar en mi presencia. Saqué un libro, “Phänomenologische Interpretation von Kants Kritik der reinen Vernunft” de Heidegger o alguno de ese estilo, y empecé a leer muy concentrado. El tipo, de repente, levantó la vista del periódico y puso cara de llevarse una sorpresa del carajo al verme. Pegó un respingo y dijo “Oh, vaya…oh, hola, qué sorpresa, no me había dado cuenta de que viajabas aquí” y me dio la mano, muy emocionado.

Como tengo una memoria para las caras peor que Stevie Wonder, pensé que sería algún conocido y lo saludé con una sonrisa.

“Bueno, bueno, bueno… ¿Y qué tal? ¿Vienes a Córdoba por trabajo o algo? “, me preguntó visiblemente nervioso. Y añadió “Ya verás cuando le cuente a mi hija que he estado sentado a tu lado. Se muere”.

Desconcierto total. ¿Quién era su hija? ¿Por qué se iba a morir? Le contesté un enigmático: “Ah, bien”. Y me puse a leer, a ver si así conseguía que me dejara tranquilo. Al rato volvió a la carga. De vez en cuando dejaba su periódico y me sonreía, asintiendo con la cabeza… Hasta que se decidió a volver a darme conversación. El resto de la charla fue más o menos así:

-Te admira mucho.

-¿Quién?

-Mi hija. Te admira un montón.

-Ah… me alegro. (Me empezaba a molar esto)

-Porque tú eres….esto… tú eres….Eduardo Noriega, ¿no?

Toma, toma, toma, Joseba, que me han confundido con Eduardo Noriega. ¡Flipa!

Ahí podía haber parado la historia, pero como dijo Eduardo Noriega muy bajito, como para que nadie le oyera, decidí seguirle el rollo. ¿Quién era yo para quitarle la ilusión?

-Sí, claro.

-Cuando se lo diga a mi hija no se lo va a creer.

-¿Cuántos años tiene?

-18. en la cartera tengo una foto.... Mira.

Jurjurjurjurrrr (esto no lo dije, solo lo pensé).

De repente me sonó el móvil. Me fui a hablar tranquilo al espacio entre vagones. A los dos minutos, el padre de mi fan número uno se me acercó y se quedó ahí de pie, sonriendo. Cuando colgué, sacó su móvil y me preguntó si quería hacerme una foto con él. Por favor…Si no era mucha molestia, claro, que yo estaría harto de que la gente me parara para pedirme fotos y autógrafos. “Faltaría más”, le dije, y ahí que nos sacamos una foto para el recuerdo.

En megafonía dieron el aviso: “Próxima estación: Córdoba. Fin de trayecto. No olviden retirar su equipaje”. Me fui a recoger mi maleta y le di la mano al tipo, que por aquel entonces ya era mi mejor amigo. Me di la vuelta y entonces sacó el móvil y llamó a su hijita. “¿A que no sabes quién se ha sentado a mi lado en el tren?....No te oigo bien…. ¡!!Que te digo QUE HE VENIDO EN EL TREN CON EDUARDO NORIEGA!!!”

Todo el vagón giró la cabeza hacia el tipo y yo aceleré el paso todo lo que pude. Ahí estuvo a punto de fracasar la Operación Abre Los Ojos, pero no. Escapé sin incidentes.

Me imagino a ese padre llegando a casa y enseñando, henchido de orgullo, la foto con Eduardo Noriega a su hijita querida. Ella lo abrazaría amorosamente, le daría un beso en la frente y preguntaría, aguantándose la risa: “Papá…. ¿Y ESTE QUIÉN COÑO ES?”

domingo, 12 de junio de 2011

MISTERIOSA OBSESION


Os dejo una crítica a la peli “Misteriosa Obsesión”, que ya tiene sus añitos. No es gran cosa, pero, en su momento, me hacía gracia.

“MISTERIOSA OBSESIÓN”

ADVERTENCIA SPOILER: Este artículo es un análisis de la película “Misteriosa Obsesión”. Si no la has visto, eres afortunado, todavía estás a tiempo de perder tu tiempo en otra cosa. Si piensas verla te recomiendo que no sigas leyendo, ya que el artículo “destripa” el punto de giro más importante de la peli.

Cartel de la película. Uno de los que se ven en 2º plano es el guionista, que está en busca y captura (con motivo).

Tengo que reconocer que siempre he admirado a Julianne Moore. Me parece una actriz espléndida, con una sólida formación en teatro y TV y que tiene la mirada más turbadora del cine actual (con el permiso de Uma Thurman).

En Boggie Nights, por ejemplo, hace un papelón de actriz porno cocainómana, que me dejó clavado a la butaca. La escena en que se lleva una noche entera llorando y riendo metiéndose de todo en su cuerpo serrano es la mejor interpretación de un drogadicto en el cine después de Ray Liotta en “Uno de los Nuestros”, Chaplin en “Tiempos modernos” (cuando utiliza el salero en el que otro preso ocultaba cocaína) y Joselito en “El pequeño Ruiseñor”.

Julianne siempre ha mantenido una trayectoria casi impecable en el difícil mundo del celuloide y suele elegir con mucho acierto sus papeles. Desgraciadamente con “Misteriosa Obsesión” ha metido la pata bien metida.

No me acabo de explicar cómo no le dijo a su agente que se metiera el guión por el íleon. Respuesta: todo el mundo tiene que pagar sus gastos.

Quiero pensar que esta es una película de las mal llamadas “alimenticias” (como si las otras no dieran de comer). Una duda que me surge ¿dormirá esta buena mujer, esta pedazo de actriz, con la conciencia tranquila después de haber rodado una basura putrefacta del calibre de “Misteriosa Obsesión”? Imagino que se consolará pensando que ha hecho la mayoría de los mejores papeles de los últimos años en Hollywood y que, por mucho que esta película sea un fraude y un insulto a la inteligencia, ella ha aportado mucho al mundo del cine... Y eso no se lo quita nadie.

La película no es que sea mala de principio a fin, que va. Lo cierto es que arranca estupendamente: una mujer que ha perdido a su hijo en un accidente de avión y que se encuentra en tratamiento con un psiquiatra yo diría que de la escuela conductista (es decir que no sirve ni para estar escondido), descubre un buen día que las pertenencias de su hijo y los recuerdos de los demás de él están desapareciendo (se esfuma su imagen de las fotos, sus amigos le dicen que ella nunca tuvo un hijo, las cintas de video donde sale el chaval se borran, etc.) En fin, todo de lo más inquietante.

Para más INRI, tras una crisis con el marido (un calvo pánfilo que nadie se cree que se haya ligado a Julianne Moore), aparece en escena el psicólogo y le explica a Julianne que ella tuvo un aborto y que su supuesto hijo que murió en el accidente nunca existió. En definitiva, que ella sufre problemas mentales, delirios provocados por el shock traumático del aborto y que lo que tiene que hacer en internarse en un psiquiátrico. Sale corriendo de su casa y al final acaba conociendo a un tipo (“El tipo”) que afirma que tiene el mismo problema que ella y, lo que es más acojonante, que su hijo viajaba en ese avión accidentado.

Hasta este punto la película esta muy bien (la fotografía provoca la angustia del espectador, el ritmo cinematográfico es sobresaliente, Julianne se sale como siempre, hay continuos puntos de giro que te hacen dudar de su locura, no sabes si el tipo existe o se lo inventa ella, hay unos federales que los buscan, etc.) Llegados a este momento, se jode todo. Y se empieza a ir la peli a la mierda a partir de una frase, una simple frase que quiere decir mucho, una frase que condensa el estado de nervios del ciudadano medio americano, una frase que encierra un significado que analizaremos después con más detalle.

La escena transcurre tal que así:

Julianne va a buscar información sobre el accidente a la biblioteca municipal, tras escapar de los federales, y en los periódicos de aquellas fechas no se menciona nada sobre el accidente de avión. Ella y el tipo comentan el suceso.

- Esto tiene que ser obra del gobierno.- advierte el tipo.

- Sí, pero el gobierno solo no puede hacer esto....Pueden hacer desaparecer a la gente, pero no sus recuerdos. Le tiene que haber ayudado alguien...alguien del exterior.

- ¿Cómo?

- Sabes de lo que hablo, te puede parecer una locura, pero a veces sucede. Estoy hablando de abduciones.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Cuantas tomas falsas tendrá esta película!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Cuantas veces les habrá dado la risa diciendo semejante chorrada!!!!!!!! ¡¡¡ Qué desperdicio de tiempo y dinero!!!!!

Lo más heavy de todo es que el tipo inmediatamente acepta su punto de vista como lo más normal y, no solo eso, ¡¡¡¡es que una policía también la cree!!!!!! (Coño, parezco Pumares. Me voy a relajar un poco).

Para colmo, desde ese momento, cada vez que Julianne se acuerda de su hijo, aquello parece un anuncio de Jhonson Baby. Que asco, que babas.

Después de reflexionar un par de días, he llegado a la conclusión de que esta peli está pidiendo el voto para Ross Perot y Pat Buchanan. Sí, ya sé que no se presentan a estas elecciones, pero es lo mismo.

“Me llamo Pat Buchanan y creo que la película es muy realista. Hay que defender a las familias, hacer el gobierno más pequeño y controlarlo y lo que viene de fuera es malo, malo. Me gusta más “Misteriosa obsesión” que ”El Alcázar no se rinde”, porque es menos sutil.”

El cine refleja la realidad de un país mejor que cualquier otro medio. Así, si uno quiere tomarse el pulso a Irán, nada mejor que zambullirse en las pelis de Abbas Kiarostami, donde se adivina en muchas secuencias las ansias de libertad y vida del pueblo iraní, sus ganas de cambios y su optimismo vital (a pesar de que están más que jodidos con los Ayatolas).

De igual forma, “Misteriosa Obsesión” refleja gran parte la mentalidad norteamericana contemporánea. El mensaje ultraconservador de Joseph Ruben, el director de este bodrio, es muy claro: desconfía del Gobierno, desconfía de lo que venga de fuera, defiende a las familias. Si permanecemos unidos no podrán con el American Way of Life. Pero, no adelantemos acontecimientos. Vayamos por partes.

La evolución de la peli desde el punto de vista del espectador sería más o menos así:

Esto promete.
¿Cómo?
A ver si mejora esto porque no puede ser.
No doy crédito. Hay que joderse.
Esto es ridículo.
Jajajaja (que gran película de humor).
Que me devuelvan el dinero.
¿Quién es el guionista?

El final de Misteriosa Obsesión, un auténtico disparate “neocon” con un clímax de lo más telepredicador, pone los pelos de punta. El gran misterio, el enigma sobre el que gravita la película se descubre en un cara a cara de Julianne Moore con un extraterrestre (con forma humana). Resulta que todo no es más que un experimento, así de fácil. Los Extraterrestres, apoyados por el Gobierno de EEUU, raptaron a los niños con la idea de experimentar algo que les tenía en duda (“Podemos medir la energía que une una madre y a un hijo, pero no sabemos si podemos romper el vínculo”). Así que intentan que la madre se olvide del hijo, intentando borrar los recuerdos sobre su retoño. ¿Os imagináis que ocurre? Está claro, no pueden con ella. Los de fuera nunca podrán romper los vínculos de la familia, nunca vencerán a la familia americana si nos mantenemos unidos.

“Lo que más me gusta de mi personaje en Misteriosa Obsesión es la parte en que me pagan”. Julianne Moore.

A uno le surgen varias dudas.

1) ¿No es Misteriosa Obsesión un claro ejemplo de la Cultura del Miedo que denuncia Michael Moore en sus documentales y libros? No me cabe duda de que Terry Nichols (el chalado que entrevista Michael Moore en su granja en Bowling for Colombine y que ayudó a Timothy Mc Veigth a volar el edificio de Oklahoma) sería feliz viendo esta peli. El argumento es genial para un miembro de Las Milicias de Michigan. Recordemos que ese grupo, formado por miles de personas, sostiene que helicópteros negros de Naciones Unidas aterrizan en EEUU, con la ayuda del Gobierno federal, y raptan a ciudadanos americanos para experimentar con ellos (os juro que no me lo estoy inventando, lo vi en Documentos TV). Solo tienes que cambiar a Kofi Annan por E.T. y ya tienes un argumento estupendo para una peli. Es desconcertante que un film que será visto por millones de americanos adopte el punto de vista de los milicianos como lo más normal del mundo.

2) ¿No es cierto que refleja la desconfianza del ciudadano americano ante el Gobierno de su país y el miedo a lo extranjero? Desde el 11-S, América vive en un estado de psicosis colectiva. Si a eso le unimos el terrorismo doméstico, una crisis económica brutal (con cientos de empresas recortando plantilla) y el crecimiento de la emigración y la delincuencia, tenemos el coctel ideal para cagar de miedo al ciudadano medio. “Estos cabrones extranjeros vienen: a) a quitarnos el trabajo, b) a volarnos por los aires c) Una planta colágena”. Entiendo que en Misteriosa Obsesión los malos sean unos despiadados seres del espacio exterior (¿del planeta K - bul?), pero lo que me deja perplejo es que tengan que colaborar con el Gobierno USA. ¿Qué pinta el Gobierno en eso? ¿A cuento de qué el guionista los mete en el ajo? Esto se explica a partir de a) el complejo de superioridad de los yankees (somos los mejores y tenemos la gente mejor formada, si vienen a invadirnos tendrán que contar con los mejores técnicos, que curiosamente son ciudadanos americanos. Nadie se las arregla sin nosotros, ni siquiera una civilización millones de años más avanzada) y /o b) la desconfianza histórica del americano medio en sus dirigentes que Reagan definió de una forma muy exacta (“el americano piensa que el gobierno no es la solución, es el problema”).

3) ¿Será este esclarecedor documento sobre la psique colectiva americana estudiado en el futuro? ¿Llegaremos algún día a entender porqué a esta peli se le ha tratado en serio en los programa de cine de todas las televisiones? ¿Por qué nadie nos avisó de que Misteriosa Obsesión era más mala que mandar a la abuela a por droga?

Julianne Moore, te admiramos y entendemos que seas demócrata pero tengas que pagar la hipoteca. Todo el mundo puede equivocarse en la vida.

En resumen, que corren malos tiempos para los espectadores medianamente exigentes de productos de calidad. Eso sí, si usted sufre problemas de estreñimiento no lo dude ni un segundo: No deje de ver Misteriosa Obsesión (y de votar a Ross Perot en las próximas elecciones). Ah, y Julianne, no te tomaremos esto en cuenta. Te esperamos en la próxima.

jueves, 9 de junio de 2011

¿DÓNDE ESTÁ LA CÁMARA? (Parte 1)

A todos nos ha pasado que hemos sufrido alguna vez el Síndrome “Inocente, inocente”, que consiste en tener la sensación de que uno está siendo grabado y de que el entorno se conjura para gastar una broma pesada.

Recuerdo algunas situaciones que parecían sacadas de un programa de cámara oculta y que aún espero ver en televisión, aunque no hubieran acabado con una palmadita en la espalda y un “Ha sido todo una joda de Videomatch”.

Sean Connery tuvo esa misma sensación cuando estaba haciendo las pruebas de vestuario para esta peli.

Os cuento una de esas experiencias (el tema da para varias entradas, seguro).

Nunca he sido muy amigo de ir a revisiones de exámenes en la Universidad, pero en la asignatura más coñazo de la carrera, Geología, tenía un 4,8 y la idea de no tener que estudiarme otra vez las rocas metamórficas denominadas genéricamente cornubianitas, Gutiérrez que le veo, era demasiado tentadora. Así que me planté en la revisión.

Lo malo es que era de 5 a 6 y a las 3 había empezado la Cata de Medicina. A la hora de acercarme al despacho del profesor de Geología llevaba ya un mareíllo de lo más curioso. Tomé aire, me abofeteé las mejillas para espabilarme y llamé a la puerta, ignorando que estaba a punto de vivir una de las experiencias más bizarras y surrealistas de mi vida. Sabía que el tipo, que lucía una barba de Profesor Bacterio que le daba un aspecto de sabio loco, tenía fama de excéntrico pero lo que me pasó fue demasiado. La conversación fue más o menos así:

- Buenas tardes, venía a la revisión del examen.

- ¿Sí?... Pues qué rollo, ¿no?

- ¿Perdón?

- ¿Te gusta la ópera?

(Decir que estaba desconcertado era poco. ¿La ópera? ¿Y si me habían puesto droja en el Colacao, digo en la Cruzcampo?)

- Pues no especialmente, la verdad.

- Ya… (se quedó pensativo casi un minuto). ¿Qué sabes de Rigoletto?

(De ópera tengo conocimientos básicos tipo Trivial Pursuit edición infantil, pero algo había que decir).

- Pues sé poca cosa, la verdad… A ver, Rigoletto es de Verdi, está basada en una obra de Víctor Hugo, aunque no estoy muy seguro, y en el tercer acto se interpreta “La Donna è mobile”.  Ah, y Rigoletto es un jorobado, pero de la trama ni idea. Y no sé nada más.

(La confesión de mi analfabetismo operístico le debió hacer gracia porque se le cambió la cara).

- Pues sí, está basada en la obra de Víctor Hugo “Le roi s’amuse” (El rey se divierte). La acción se desarrolla en Mantua, en el siglo XVI. Es una historia increíble de pasión, engaño, amor filial y venganza. (Y me contó la trama en 10 minutos)

- Qué interesante – dije tratando de disimular el sueño que me estaba dando la cerveza.

- Mi parte preferida es cuando Rigoletto entona el “Cortigiani, vil razza”, los pelos de punta, vamos.

Y va el tío y se pone a cantar. A cantar ópera a grito pelao. A cantar ópera como si no hubiera un mañana. Los primeros 2 minutos le escuché con una sonrisa, a los 10 ya estaba mirando la hora de reojo sin dar crédito y tras 45 minutos de bel canto, que iba intercalando con disquisiciones machistas sobre el carácter voluble de la mujer, ya estaba a punto de levantarme, irme y dar por perdido el aprobado. Vivir una cosa así sobrio desconcierta bastante, pero con las cervezas que yo llevaba en el cuerpo, la sensación era indescriptible.

“La donna é mobile” se traduce por “La mujer es voluble” y no como alguno piensa: “Mi novia es de Movistar”.

Lo mejor de todo es que el tipo interpretaba a todos los personajes, usando lo primero que encontraba en el despacho como atrezzo: un paraguas para imitar la espada del Duque de Mantua, un chaleco para hacer el pelo de Gilda (la hija de Rigoletto) a modo de peluca (ahí me mordí los nudillos para reprimir una carcajada), etc. Lo mismo hacía de mezzosoprano que de bajo o tenor. Para llevarlo a Lluvia de Estrellas al cabrón, vamos.

Se subía encima de la mesa para recalcar los momentos cumbre de la obra. Se apasionó tanto con “Maledizione”, que con los aspavientos casi se cae de la mesa dos veces.

Al final acabé pillándole el punto a la representación. Hubo aplausos durante 10 minutos y salió a saludar 3 veces. Ya en serio, la cosa terminó bien. Remató el tercer acto brillantemente, aunque en el apuñalamiento de Gilda lo noté flojito, no había suficiente tensión dramática y la voz le falló un par de veces, soltando unos gallos un poco ridículos.

Después de casi una hora en la que no abrí la boca más que para tratar de disimular algún bostezo, me dio la mano y me soltó un “Muy bien, da gusto hablar con alguien que sepa escuchar”. Sacó mi examen, lo revisó por encima y me plantó un 5. Me lo merecía. Qué coño, me merecía matrícula de honor después de aquello. 

lunes, 6 de junio de 2011

COSAS DE LESBIANAS (by Tigretón Y Bolli)

Empecé a seguir a Tigretón y Bolli  cuando llevaba 15 minutos en Twitter. Usé la técnica del Twitter-novato: empezar a followear a la gente a la que seguía Buenafuente, que si era un tío gracioso y con criterio estaba claro que tendría a los mejorcito en su TL. Hoy, un año y medio después de aquello, sigue haciéndome gracia lo de “Ramerita follow me” (grito de guerra de Tigretón y Bolli) y a Buenafuente le hice unfollow porque como tuitero no es muy allá, prefiero verlo por la tele.

Al principio yo pensaba: ¿Y este nombre de Tigretón y Bolli a qué se debe? ¿Será un club de fans de la pastelería? Después descubrí que detrás de aquello estaban Silvia y Lucía, dos chicas que compartían mi afición por Angelina Jolie.

Míralas, si es que dan ganas de achucharlas.

Siempre he sentido una corriente de simpatía hacia el mundo lésbico, de hecho soy muy aficionado a su cine. Eso sí, como aquel articulista del New Yorker, estoy en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. Porque…vamos a ver, ¿matrimonio? ¿Es que no han sufrido bastante?

Podría estar haciendo más chistes tontos sobre el tema, pero como querréis leer la entrada de mis chicas preferidas, mejor me callo.

Con todos ustedes, Tigretón y Bolli.

COSAS DE LESBIANAS

De esto que estás copulando salvajemente como una potra en primavera, que son mucho de copular por esta época, y te llega un DM. Un DM que tienes que leer inmediatamente porque la estabilidad del universo y de las pizzas barbacoa pueden estar en tus manos. Las pizzas estaban a salvo, no obstante el universo estaba tambaleándose más que un diabético en una reposición de Titanic. 

Juan Comosellame, como nos gusta llamarle, nos pidió que dijéramos algo para su blog y nosotras vimos una oportunidad para demostrar que tenemos estudios y un refinado gusto por la literatura clásica.

El conflicto viene más tarde cuando no sabemos sobre qué escribir, entonces nos ponemos a copular de nuevo, sin mucho interés, que aquí lo importante era escribir. Entre orgasmo y orgasmo Tigre me suelta “¿y por qué no escribimos sobre bolleras?” fue como si me lo hubiera quitado de la boca, de hecho lo que tenía en la boca me lo quitó y se puso a escribir.

Google te engaña.

Bienvenida amiga torti, acabas de descubrir que eres bollera. Lo primero que haces es buscar a otras bolleras en Internet para ver el mundo de algodón de azúcar que te espera. Pones “lesbiana” en Google y todo son hembras bien construidas, con su anatomía completa y sus poses casuales. De repente todo es maravilloso, los yogures naturales te saben a algo, colocarse un tampón es estupendo y te empiezan a gustar las películas de los domingos por la tarde.


Todas son risas hasta que te percatas de la foto de Rita Barberá, que está ahí porque se ha comido a la lesbiana buenorra de la foto, pero esa, amiga torti, es la realidad y si escuchas con atención podrás oír a Rita decir “Soy tu futuro. Me escapé de Mordor y ahora vivo en Chueca”

Ajustando el radar.

Ya no eres un ser humano convencional, ahora eres una máquina de buscar conejitos y para ello debes tener tu radar sexy muy bien sintonizado y con el politono que tú quieras. Vamos a establecer los parámetros básicos de Bollera tipo:


1)      Amaia Montero.
Aspecto físico: Mujer de mandíbula cuadrada y brazo ancho.
Estilismo: Ropa de Zara y Pull & Bear.
Actitud: Entre borde y sosa.

2)      Bimba Bose.
Aspecto físico: Andrógina a tope.
Estilismo: Moderna, hipster.
Actitud: Ambrosio, trame otro Ferrero Rocher.

3)      Rita Barberá.
Aspecto físico: Rubenesca, hermosota, de hueso ancho.
Estilismo: La ropa de papa o de señora mayor.
Actitud: Drama Bollo.

4)      Frida Kahlo.
Aspecto físico: Lo importante es el interior, pero para descubrirlo vas a tener que retirar mucho pelo.
Estilismo: Un poncho o alguna cortina de los chinos.
Actitud: Perraflautista.

5)      Portia de Rossi.
Aspecto físico: Demasiado guapa para ser lesbiana.
Estilismo: Muy femenina para ser lesbiana.
Actitud: El hombre de mi vida es una mujer.

Vamos de caza.

Si eres una buena lesbiana descubrirás al amor de tu vida cada dos relaciones y tendrás una muestra de semen en el bolsillo siempre preparada para inseminar con tus propias manos a ese ser angelical de cuyo nombre ni te acuerdas.

Es muy importante que vayas diciendo con quien te has acostado (si está buena) y que reniegues de todos esos trolls que se alimentan de lesbianas primerizas. Ahora eres parte de una comunidad de leonas y víboras en la que tú puedes acabar siendo la gacela. Es muy típico en el gremio  que un 3 recién llegado intente cazar a un 5 y al final la cosa acaba como si un 4 hubiera chupado limones del culo de 2 ¡un desastre!

¿Lesbiana? Yo tengo una amiga lesbiana.

Cuando lo has dado todo en la pista de baile perrando con unas y con otras y al final tan sólo has obtenido algún morreo de la guarrilla hetero de turno, únicamente te queda hablar con esos tíos frikis que van a los bares de lesbianas con la esperanza de convertirte. Al final consiguen su propósito: ellos se convierten en pagafantas y tú en la amiga fea.

Lo único que puede salvar la noche es esa frase mágica que susurrada casi parece un poema “… pues yo tengo una amiga lesbiana” y de la forma más sutil y casi sin que se te note la espuma de la boca le pides el número de teléfono, el Facebook, Twitter, correo, dirección postal, número de pie y peso.

Y esa amiga lesbiana que no sale de casa por miedo a ser pescada por el capitán Ahab, es ahora el amor de tu vida y futura madre de tus hijos, por lo menos hasta el próximo fin de semana.

Y así amigas tortis es cómo nacen, crecen y se reproducen las lesbianas.