EL SENTIDO DE LA VIDA

Este blog solo tiene unos días de vida, pero, aún así, ya he empezado a recibir correos de lectores que comentan el contenido, proponen mejoras o me escriben sobre temas que piensan que podrían interesarme. Lo más curioso es que casi todos los mails recibidos están en inglés.

Os resumo los temas más recurrentes:

-          Peña que quiere regalarme Viagra: Normalmente, encabezan el mail con un “Viagra for free”. Seguro que me la regalan porque les hace gracia el blog. De bien nacidos es ser agradecidos.

-          Chicas rusas que buscan una relación seria: Bueno, bueno, lo que estoy ligando con el blog. Todas tienen el mismo problema: el pueblo más cercano, donde hay un cibercafé, está a 100 Km y solo tengo que mandar 50 dólares para que puedan coger un autobús hasta allí y que “nuestro amor crezca”. Es más que evidente que mi increíble atractivo se atisba en el blog y  no se pueden resistir ni en Rusia.

-          Hombres de negocios nigerianos que pretenden hacer negocios conmigo: Soy un hombre de mundo, un tipo con visión de futuro y eso salta a la vista, por mucho que se intente ocultar. Suelen ser gente muy educada que se llama Makumbo Bendele (este es doctor, además) o Enkuto Salanko  y el asunto del mail generalmente es: “Dear friend, I need your help” o “Your attention is required”. Todavía no me he decidido pero, por lo visto, con solo mandar 10.000 dólares, te prometen una rentabilidad del 500%. Estos empresarios siempre tienen que salir del país por un motivo urgente y no pueden sacar el dinero. Con las prisas se ponen nerviosos y necesitan la ayuda de gente a la que no le tiembla el pulso ante la adversidad. ¿Y de quién se fían para llevar a cabo una operación tan delicada? De gente de bien. Se me olvidaba comentar que, a veces, las que me escriben son las viudas de los empresarios. Las pobres se hacen un lío con lo de las transferencias bancarias, creo yo. 

-          Admiradores que tienen el detalle de preguntarme si quiero saber quién me eliminó del Messenger: Es la mar de fácil. Únicamente hay que desactivar el antivirus e instalar un archivo y listo, todo arreglado. ¡Qué gente más considerada lee el blog!

Además de estos correos tan interesantes, esta mañana he recibido uno de una tal Patricia, que reproduzco a continuación.

Patricia quiere saber cuál es el sentido de la vida.

Después de esto, he decidido crear una sección, a la que llamaré “A mandar”, en la que escribiré sobre los temas que me propongáis (suponiendo que alguien vuelva a proponer algún tema, que ya es mucho suponer).

Soy un tipo muy leído, o eso dice el doctor Makumbo Bendele, de una gran cultura, un hombre con inquietudes, al fin y al cabo (y si no sé de algo tiro de google, que para eso está), así que me veo perfectamente capacitado para opinar de cualquier tema del que no tenga ni puta idea.

Y ahora, querida Patricia, vamos al lío. Hablemos del sentido de la vida.

Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.

Todo lo importante ya ha sido pensado, se trata de volver a pensarlo de nuevo. En eso consiste la filosofía. A lo largo de la historia, las mentes más preclaras, los hombres más inteligentes e inquietos, han dedicado sus vidas a tratar de descifrar el misterio de la existencia. Y la cosa es que aún nadie ha resuelto el enigma. En cualquier caso y, dado que tengo un rato antes de que acabe de centrifugar la lavadora, me voy a poner al tema, que seguro que arreglo esto. Todo es ponerse, como diría Maradona.

La primera pregunta que hay que plantearse no es cuál es el sentido de la vida, sino ¿tiene la vida sentido? Como respuesta a la pregunta ¿por qué existimos?, algunos existencialistas afirman que el mundo y la vida carecen de sentido y, además, es imposible otorgárselo. No hay ni puede haber sentido, todo es absurdo.

Etimológicamente, la palabra absurdo proviene del latín, surdus, sordo, aunque hay quien afirma que procede del griego “joronia”, que significa “pantalón de pana”.

Lo absurdo es lo disonante, lo discordante, que se origina, en palabras de Camus, de “la confrontación entre lo irracional del mundo y el deseo desenfrenado de claridad, cuyo llamamiento resuena en lo más profundo del mundo. Me temo que me he quedado sin tabaco”. La realidad es sorda a nuestras preguntas y no hay Whisper XL que lo remedie.

Un mundo sordo se convierte – juguemos con las palabras – en sórdido. Con razón, el absurdo provoca la nausea, que es el título de la novela donde Sartre aborda esta cuestión. En los años de la revolución estudiantil parisina, Sartre se codeaba con jóvenes idealistas que lucían perilla revolucionaria y vestían indecentes pantalones de pana; todo encaja, pues, como un enigmático puzzle de dos piezas.

Tradicionalmente, se ha afirmado que nadie ha logrado descifrar el sentido de la existencia, incluso hay quien opina que la misma pregunta carece de sentido. A estos últimos no se les hace mucho caso, ya que son los mismos que opinan que el Festival de Benidorm puede servir como trampolín a la fama en el mundo de la música.

Habiéndosele presentado un pobre hombre presa de la confusión y habiéndole preguntado a Warren Sánchez: "Hermano, ¿cuál es el verdadero sentido de la vida?" Warren respondiole: "El sentido de la vida te lo diré en tres palabras: Yo qué sé". (Toma despliegue de referencias culturales).

Dice Woody Allen en una de sus películas que no sabe si la vida tiene algún propósito, algún porqué, pero que, en cualquier caso, merece la pena, aunque solo sea como experiencia.

Querida Patricia, yo sí creo haber encontrado el sentido de la vida, que no es otro que….espera, la lavadora. Mejor lo dejamos para otro día. 

Próximas peticiones a noesporpresumir@gmail.com