Pixelillo no necesita presentación. Si tenéis Twitter seguro que lo conocéis y si sois blogueros os sonará Diario de un píxel. Más que recomendables los dos.
Hace unos días Pixelillo me mandó este divertido texto sobre nuestra generación, que seguro os arranca alguna risa. No me enrollo más, a disfrutarlo.
MY GENERATION (by @PIXELILLO)
Pertenezco a una generación única. Una generación que, bueno, no ha cambiado el mundo, pero que ha vivido grandes momentos y ha disfrutado de grandes inventos. Por ejemplo, en nuestra infancia crecimos con dibujos animados como Willy Fog, y con personajes como Espinete y Don Pimpón. Por cierto, ¿Qué era Espinete? ¿Un jodido erizo? ¿Habéis visto un erizo rosa? Bueno, yo nunca he visto un erizo vivo, así que me callo. Pero, por ejemplo, Don Pimpón… ¿Qué cojones era Don Pimpón? ¿Un ser humano? Mira que hay gente fea en el metro de Madrid, pero lo de ese ser era para mirárselo. Para mí que todo aquel tinglado era una invención de Chema, el panadero. Si, el que siempre iba manchado de harina. Bueno, eso es lo que os hicieron creer a vosotros. A ver si os creéis que con harina te inventas un erizo rosa y un tío más feo que una venganza.
¿Qué coño es Don Pimpón?
Luego llegó la pubertad a nuestras vidas, y con ella llegó el porno. Ay, el porno, que gran invento… ¿Os acordáis cuando una Private o una cinta con una peli porno grabada os daba un estatus social importante en el patio? Ese estatus similar que da tener en propiedad un apartamento en Marina D’or. Si, tener un piso allí no te da una mierda de respeto, como tener una porno en aquellos días, pero para ti era la hostia. La cosa es que nosotros convivimos con las revistas (Private, la Clima, ¡el Víbora!), las pelis porno del plus grabadas en cintas de video y un nuevo invento: el diskette cargado de fotos porno. ¡Ese gran diskette que pasó por mil manos antes de llegar a ti! 40 fotos de mala calidad en jpg que cabían en menos de un mega y medio. De verdad, el inventor del jpg se merece un jodido Nobel. ¡Es el patrón de los pajilleros!
Los nacidos en los 80 hemos vivido grandes momentos de la historia, como por ejemplo el codazo a Luis Enrique en Estados Unidos, el pezón de Sabrina en aquella Nochevieja o ver un programa de futbol presentado por Manolo Escobar. ¿La caída del muro de Berlín? ¿El fin del comunismo? Gilipolleces que después no recuerdas. ¿Cuántas veces estando de cañas te has acordado del fin del Apartheid? Ninguna. ¿Y cuántas veces te has acordado del “que te pego, leche” de Ruiz Mateos? Sobran las palabras. Es que Telecinco fue mucho Telecinco. Yo creo que he salido tan obsesionado por el sexo por culpa de la “cadena amiga”. Las Mama Chicho, las Cacao Maravillao, El ballet chin chin, las jamelgos de “Contacto con tacto”… ¡En los 90 decir tetas y decir Telecinco era lo mismo! Era telebasura, o bueno, sigue siéndolo, pero antes era muchísimo más casposa, y por lo tanto, molaba.
Sigamos con la tecnología de la época. ¿Os acordáis del walkman? Otro elemento por el que se podía medir el estatus social de la gente. Los que tenían un Walkman de Sony eran de la clase alta. Esos eran los hijos de papá o los que en su primera comunión les habían dado mucho dinerito. Luego estaban los walkmanes de marcas B, como Aiwa o Grundig. Ahí estaba el bloque mayoritario de la gente. En el escalón más bajo estaban esos que tenían un Walkman que solo tenía tres botones: el play, el Stop y el de correr la cinta para adelante. ¿Cómo rebobinabas la cinta? Cambiando ésta de cara. Unos dirían que era para economizar, otros que sencillamente era un walkman de mierda. No seré yo quien se moje en ese aspecto.
Los que usaban el Walkman de tres botones eran fáciles de reconocer puesto que llevaban siempre un chándal del PRYCA. ¿Os acordáis de los chándales? El uniforme oficial de la década de los 90. Los de la clase obrera, del Pryca en tejidos sintéticos como el polyester y con hombreras, mientras que la jet set vestía de marca. Hoy en día, sólo los canis y los mafiosos los usan. Y mira que marcaron época...
Un grupo de payos con sus chándales de gala.
Nací en los 80. No nací con un pan bajo el brazo, sino con un Frigopie. Y tú, jovenzuelo, ¿aun te sientes guay?
Muy grande :)
ResponderEliminarLo de Don Pimpón me ha sacado una sonrisa, y lo del walkman me ha recordado al primero que tuve, de esos de 3 botones, y encima tuve que ahorrar para comprarlo (tenía 12 años y me compré el walkman y un cassette de Metallica, 2500 pesetas, jajaja)
Ay, nostalgia generacional, que buen recurso para "dar en el bébe" a la gente malandrines.... XD
P.D: ¿alguien más recuerda los batidos de chocolate de las "Cacao Maravillao" o eso lo soñe?
Los bolis Bic iban de perlas para rebobinar las cintas, así no gastabas pilas.
ResponderEliminarMUY BUENO JAJAJAJAJA EL PAYO ESE SI QUE SABE ESCRIBIR QUE ESCRIBA MAS POR ESTE BLOG UN SALUDO :P
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