lunes, 23 de mayo de 2011

SOBRE EL HUMOR

Rosa Montero me dijo una vez que la clave para que un relato de humor funcione estribaba en la búsqueda de la lógica interna de lo ilógico y algo parecido sostenía Freud en su libro "La risa y su relación con el subconsciente".

Los maestros del absurdo lo saben. Faemino y Cansado, Pedro Reyes, Les Luthiers, Gomaespuma y Woody Allen basan la estructura de sus sketches en esa premisa, aunque no sé si de forma consciente. Se trata de crear una situación disparatada y surrealista pero que funciona con su propia lógica interna, con unas reglas que dotan de sentido a ese peculiar universo.

“Yo soy ventrílocuo, una palabra que viene del latín. Ventri, vientre. Locuo, desplazamiento. “Ve siempre con tu vientre”... Sería una traducción libre, obviamente”. Carlos Faemino.

Una vez, en un curso de puesta en escena le pregunté a Antonio Hens sobre lo mismo. Su respuesta me encantó. "El humor es verdad y dolor", me soltó. Creo recordar que me dijo que la cita no era suya, pero le quedó de miedo.

Desde luego, el gag tiene más efecto cuando surge de una situación inesperada. Como diría Paco Gandía, cuento una “anécdota verídica” (que usé para un capítulo de Wittelberg). Ubicamos la acción (Antonio Reguera dixit) en el Museo de Cera de Amsterdam. Recorro las distintas salas con mi hermano pequeño, Nacho, que tenía entonces sólo 10 añitos y le voy explicando quién es cada personaje. Cuando llegamos a la figura de Gandhi me interrumpe.

- Juan, yo me sé la historia de Gandhi, ¿te la cuento?
- Claro que sí.

En ese momento, un grupo de turistas se paran a escucharle.

- Esto... Gandhi ganó el premio Nobel... nació en La Coruña...en Iria Flavia, creo. Se casó con Marina Castaño y... ¿o ese era Cela? Como los estudié el mismo día los confundo.

A los turistas les iba a dar algo de la risa.

 Marina Castaño y Gandhi en 1.989, en la entrega del Premio Nobel de Literatura...¿o era de la Paz?

Ya que estamos, os dejo otros momentos estelares de mi hermano:

- ¿Qué hacemos esta tarde, Nacho? ¿Vemos una peli?
- Vale. ¿Cuál tienes?
- Me acabo de bajar “La guerra de los clones”.
- ¿”La guerra de los clones”? Por favor… quiérete un poco, Juan, quiérete un poco.

Otra:

- Juan, me voy a jugar al rol con mis amigos, pero no le digas nada a mamá, que seguro que  piensa que eso consiste en apuñalar mendigos.

También creo que el humor tiene más efecto si toca temas trascendentales: la religión, la enfermedad y la muerte, sobre todo. La gente hacia chistes sobre las Torres Gemelas al día siguiente.

El orgullo y el honor también dan mucho juego. Tengo un mini- relato que trata sobre esto.  Allá va:

"EL ORGULLO CUESTA CARO.

Siempre se ha dicho que David Monroe era un hombre demasiado orgulloso para admitir sus errores. En junio de 1.987 se tiró a la piscina, estando ésta en obras, y se fracturó tres costillas. Sin embargo, consiguió hacer cinco largos arrastrándose sobre el cemento antes de desmayarse debido a una lipotimia."

La risa más reconfortante surge en los momentos desesperados. Gila lo cuenta en su biografía "Y entonces nací yo". Se enrola, junto con un grupo de gente que nunca había visto una pistola, en el ejército republicano. Un grupo de militares trata de convertirlos en soldados. Después de la primera toma de contacto, cuando han tratado de la disciplina militar, un mando le pregunta a un recluta si ha entendido todo. "Sí, teniente mío" fue la respuesta.  Imagínate, todos jugándose la vida, sabiendo que van a entrar en una guerra, lo más terrible después de las canciones de Los del Río y ahí están, descojonándose de risa.

La televisión asimismo ofrece grandes momentos de humor sin proponérselo. Recordemos a Anthony Blake colgado boca abajo de una soga ardiendo y gritando que lo bajaran de ahí... Sublime.

 Soy Anthony Blake....¡¡¡ Bajadme de aquí cabrones!!!

Hace años emitieron en Canal 47, el mejor canal de humor con diferencia (deja a la BBC en pañales), un programa que me pareció que hacía historia en el mundo de lo absurdo.
En el Canal 47 abundaban los concursos amañados como en la mayoría de las televisiones locales. Este en cuestión consistía en acertar una adivinanza. Llama una señora y el presentador la saluda amablemente.

- Buenasssss tardesssss. ¿Con quién hablo?
- Con Maria.
- Bien, María, esta es la primera pista: Cuando el río suena mmmmm lleva.
- Ay, no caigo, dame otra pista.
- Mujer, si es muy fácil... A ver , si se cae al suelo no se puede recoger. Y recuerda, cuando el río suena mmmm lleva.
- No se puede recoger, no se puede recoger..... ¡¡¡ Un anciano!!!

Lo cierto es que tratar de descubrir porqué nos reímos con ciertos chistes, cuál es el mecanismo que nos provoca la carcajadas, es una tarea inútil porque el humor es ante todo subjetivo. Que nos lo pregunten a José Luis y a mí, que sufrimos en nuestras carnes las 3 horas del espectáculo de Moncho Borrajo en el Gran Teatro sin sonreírnos siquiera, mientras que a nuestro alrededor la gente se descojonaba.

También me ha sucedido lo contrario. En una ocasión un amigo arrastró al Gran Teatro a su novia para que se aficionara a Faemino y Cansado. La chica salió del teatro diciendo que estábamos todos locos y que no le había hecho ni chispa de gracia. Por supuesto, cortaron.

 Moncho, para, para, que me descoyunto de la risa.

En fin, me temo que estamos lejos de encontrar la respuesta, o por lo menos una respuesta que contente a todo el mundo. Mientras tanto, voy a ponerme un DVD de los Monthy Python para pasar la tarde. ¿Y vosotros qué opináis?

2 comentarios:

  1. Te olvidas de citar a los mas grandes en este país, maestros de todos los anteriores (creo que incluso de tu hermano). Tip y Coll (ahora me pongo de pié).

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  2. Como el chiste de "mis tetas", qué grande, pero qué gran incomprendido. XD
    Besotes.

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