Me gusta mucho intercambiar relatos, guiones e ideas locas con mis amigos. Últimamente hago esto mucho con Leo, una chica que es increíblemente creativa e imaginativa. Además, es madre, con lo que también cae algún consejo sobre cómo lidiar con los pequeños. En las últimas semanas nos hemos pasado un montón de material, en una especie de subidón cultureta que me está encantando. ¡Soy muy fan!
Con la cara adecuada, ni siquiera esta pegatina resta autoridad
Hace una semana, Leo, que fue actriz y presentadora de TV en su Ecuador natal, me mandó una versión a capela de “Dream a Little dream of me”. Decir que casi me caigo de espaldas es quedarse corto. Qué voz tiene esta chica, dios mío.
Y entonces me acordé de Henry, uno de mis primeros amigos de Twitter y un guitarrista extraordinario, con un bagaje alucinante (ha tocado en muchos grupos, es profesor de guitarra y más cosas). Él prefiere resumir su biografía diciendo que se colgó la guitarra para ligar algo y, en vista del poco éxito, se decidió a aprender a tocarla.
Este es Henry, después de bajarse música de internet.
Le mandé a Henry la grabación, a ver lo que podía hacer con ella, sin que Leo lo supiera.
Hace algún tiempo estuve a punto de hacer una canción con él. El caso es que conté en Twitter que yo solía cantar a mi hija un narcocorrido que me había inventado: “Pocoyó era un sicario de la droga”. Empezaba así: “Pocoyó era un sicario de la droga, los Lunnis lo mataron cercaaaaaa de Sinalo-a-a-a-a”. Pasaban cosas, típicas de narcocorridos, como que era capaz de aterrizar una planeadora en 50 metros, que tiraba de gatillo a las primeras de cambio, que tenía muy mal beber y que se enamoraba de la hija del jefe del cártel rival y eso le costaba la vida. Todas las tardes se la cantaba a la pequeña, más para divertirme yo que para otra cosa, y hasta la interpretaba con peluches de Pocoyó y Pato…. ¿Qué pasa? Me aburría mucho entonces. A Henry le hacía mucha gracia la cosa y me dijo que él le pondría música. Al final no me atreví a mandarle el narcocorrido, porque me parecía que el pobre es muy buena persona y no se merecía eso.
En fin, volviendo a la historia de la canción de Leo, a los dos días de enviarle a Henry la grabación, me contestó diciendo que simplemente había metido una guitarra, pero a mí me pareció que era pura magia. Flipé con el resultado, que podéis escuchar aquí. ¿No es lo mejor que habéis oído en mucho tiempo, amigos?
Con esa voz y una de mis canciones favoritas...
ResponderEliminarGrgrgrgrgrgrgrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
No digo más...
Gracias.
Besotes gordos.
Fantàstic! a veure si s'animen i provoques que facin més projectes, ha quedat genial!
ResponderEliminarSinergia, tantos años en las clases de la ETSIAM explicando que es la sinergia y se trataba de esto.
ResponderEliminarGeniales!!!!